HISTORIA DEL COJÍN
A través los siglos la
historia del cojín es rica. Su función primera era puramente funcional
proporcionando comodidad y suavidad. Posteriormente, el cojín se convirtió en
un elemento fundamental de decoración.
En la Edad Media, el
cojín ocupaba un lugar importante en los palacios y casas lujosas. En esta
época podía servir de asiento, era muy alto y estaba fabricado a partir de
piezas de cuero par asegurar una cierta rigidez.
En Francia, el cojín fue
también utilizado como asiento para acontecimientos especiales. En Egipto,
cuando tenían lugar grandes fiestas, los invitados se sentaban sobre taburetes
cubiertos de cojines. Curiosamente, el cojín era también utilizado en el
exterior para protegerse de la humedad y de los insectos. En algunos países del
norte de África y Oriente Medio, que perpetúan la tradición, el cojín todavía
se utiliza como asiento.
A partir del momento en
el que el cojín perdió su función única de asiento, se redujo su tamaño, tal
como lo conocemos hoy en día. Conservando no obstante su función de confort, el
cojín se ha convertido en un elemento clave de la decoración interior.
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