Cómo mantener tus alfombras perfectas como el primer día
Una alfombra decora,
abriga y puede transformar completamente un ambiente. Eso sí, para que siempre
luzca como el primer día, es necesario mantenerla de forma adecuada. Aquí
tienes unos trucos para que esté siempre ¡perfecta!
Para Francisco Cumellas,
experto en alfombras contemporáneas, el primer consejo está más que claro:
“Para alargar la vida de nuestras alfombras es imprescindible pasar el
aspirador y, en caso de derramarse cualquier líquido, limpiarlo de inmediato,
no dejando que se seque”. Eso sí, para limpiar esas manchas, ni todos los
trucos sirven, ni pueden aplicarse sobre todas las alfombras.
A cada tipo de alfombra,
su mantenimiento
Si tienes una alfombra de lana, lo mejor es aspirarla una vez por semana. En caso de que sea muy
nueva, espera a que esté un poco usada. Y, si es una alfombra artesanal, es incluso mejor limpiarla pasando un paño húmedo en el sentido
del pelo y dejándola secar luego.
En cuanto a las alfombra de algodón, a parte de aspirarlas, puedes lavarlas también en agua fría o
en seco.
Las alfombras de fibras, si son sintéticas – nailon, poliéster polipropileno– son muy resistentes y fáciles de mantener limpias, y si son vegetales,
lo mejor es aspirarlas a diario o, en caso de mucha suciedad, limpiarlas en
seco; para las alfombras de coco, en concreto, utiliza un cepillo rígido
para su limpieza en seco.
¿Qué mancha quieres
sacar?
Francisco Cumellas nos
cuenta sus trucos para sacar manchas de todo tipo de tu alfombra. Y empieza
hablándonos de lo que puede pasar si tienes mascota.
Comprometido como está con los animales, convive con ocho perros adoptados “por
lo que es muy normal tener que quitar manchas ‘no deseadas’ a menudo. Utilizo
una disolución de agua templada con amoníaco ‘jabonoso’ para alfombras de lana,
fieltro, moquetas acrílicas de pelo corto e incluso de poliéster”.
Y sigue con las manchas
de fruta,
café, té, leche, cacao, vino, salsas o huevo. Nos cuenta que “lo mejor es usar
agua tibia con detergente neutro y vinagre.
Aplicas la solución con una esponja húmeda, al cabo de un ratito la limpias con
un trapo y dejas secar”.
“Si lo que quieres
eliminar son manchas de aceite, tinta,
cera, betún, crema, grasa o alquitrán, debes utilizar un disolvente para
limpieza en seco. Y para manchas de pintura,
acetona, laca de uñas, carmín o chicles, después de aplicar disolvente para
limpieza en seco, hay que humedecerlas con una solución de agua tibia con
detergente neutro y vinagre, y finalizar con una nueva aplicación del
disolvente”, asegura.
Y en el caso de que la
mancha que queramos quitar sea de barro o suciedad, “habría que dejarla secar
bien y una vez seca, cepillarla para aplicar después un preparado de agua y
amoníaco –tres partes de agua por una de amoníaco–“.
En todos los casos, antes
de aplicar el producto de limpieza, Cumellas recomienda “probar la resistencia
de los colores de la alfombra en una esquina poco visible de esta y aplicar los
productos con suavidad”. Caso distinto es si queremos hacer una limpieza en
profundidad de nuestra alfombra. Para ello, lo recomendable es dirigirnos a
centros especializados y especificarles “la calidad de la alfombra para
asegurarnos una correcta limpieza, antes de la cual deberían realizar una
pequeña prueba en un lugar poco visible para garantizar el resultado óptimo sin
dañar la pieza”.
Articulo extraído de la revista “El Mueble”
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