Breve historia de la alfombra
El concepto de alfombra varía
sustancialmente entre Oriente y Occidente.
En el mundo oriental, la alfombra
es un elemento de uso cotidiano que sirve tanto para orar (una de las
obligaciones diarias de todo musulmán) como para paliar el hecho de que la mayoría
de los suelos de las casas son de tierra, y el ajuar y el mobiliario se reducen
al mínimo; así, está muy extendida la costumbre de comer y dormir directamente
sobre el suelo, que suele estar cubierto de alfombras, por lo que su uso tiene
un carácter netamente doméstico. Las cortes orientales, sin embargo,
desarrollaron un concepto de alfombra que fue luego copiado por Occidente; los
cortesanos no necesitaban ya alfombras para cubrir el suelo, sino que las
incorporaban al mobiliario únicamente como elemento decorativo. Occidente hizo
suya esta costumbre, convirtiendo la alfombra en un elemento decorativo más, un
tapiz de suelo, subrayando, armonizando y recalcando los temas principales del
entorno. La introducción del telar mecánico para el tejido de alfombras impulsó
la fabricación en Occidente de modelos inspirados en los orientales, aunque
paralelamente también se desarrolló una corriente acorde con la arquitectura
contemporánea, con diseños de algunos de los principales artistas del momento.
Las alfombras, objetos, pues,
usados tanto por gente humilde (en muchos casos uno de los escasos objetos de
valor que poseen) como por los miembros más adinerados de la sociedad, se han
ido convirtiendo, sobre todo desde finales del siglo XIX, en valiosos objetos
de colección por los que se pagan grandes cantidades de dinero. La belleza
indiscutible de muchos ejemplares y la singularidad de la mayoría de ellos (los
diseños, aunque puedan ser parecidos, casi nunca se repiten con exactitud)
hacen que algunas piezas estén consideradas como verdaderas obras de arte, tan
valoradas como los tapices o, incluso, las obras pictóricas. No obstante, la
revolución del sector textil, que supuso la práctica desaparición del oficio
manual de tejedor, el abaratamiento de los costes en los materiales gracias a
la industrialización del hilado, y la aparición de nuevos materiales
artificiales mucho más asequibles, han hecho posible que las alfombras hayan
dejado de ser un objeto de lujo para convertirse en algo cotidiano en la mayoría
de los hogares.
José María Alfaro Roca
Comentarios
Publicar un comentario